La situación en el trabajo no ayuda, la verdad, no estoy mal, pero tampoco tengo ningún aliciente (economico menos todavia) y son pequeños detalles, que van calando poco a poco, que me están haciendo perder la ilusión y que ya me hacen levantarme todas la mañanas como el que va a una penitencia. Cuando nadie te reconoce tu valía, cuando los jefes piensas que tu no necesitas el dinero (como si viviera del aire), cuando pasas tanto tiempo en el trabajo y no ves ninguna recompensa acabas por pasarlo mal. Además economicamente el mes de febrero para mi es el peor, me vienen a principio de mes distintos pagos que se llevan en un par de dias casi todo mi escualido sueldo.
Por otro lado mi chico está fuera otra vez, tenía la ilusión de irnos a vivir juntos a principios de año, pero claro así es imposible un dia en la ciudad y cinco fuera, es un rollo. Además, estoy triste tambien porque a el no lo veo con tantas ganas como antes, yo se que me quiere mucho, pero, ya nos es tan insistente como antes, y claro, soy yo la que me voy a su casa ( no nos vamos a una casa común) y quiero que el sea el que me diga vente ya, porque si el no me lo dice, y sale de mi, tengo la sensación de que voy a invadir un espacio que no es mío. El dice que nos vamos cuando yo quiera, pero claro a mi me da cosa decir pues hoy nos vamos, hago la maleta y alli nos instalamos, porque aquello no es mio, es suyo y no quiero ser una intrusa (aunque se que para el no soy ninguna intrusa todo lo contrario, pero es una sensación que tengo). Así que se pospone eso de irme con mi chico y lo peor es que no se hasta cuando, y cuanto más se alarga la situación más vueltas le doy yo a la cabeza, y darle vueltas a la cabeza no es nada bueno, porque me salen unos pensamientos mu raros que no hacen más que ponerme más triste de lo que ya estaba, aunque no tenga fundamento ninguno.
Bueno, ya os he soltado un rollo patatero, y voy a parar pa no aburriros, no vaya a ser que me echeis de la blogosfera, por amargá.
Besitos a todos.